Cuenta la leyenda que que hace mucho tiempo a inicios del mes de mayo, dos sombras amigas visitaron a la gran roca sobre la montaña de una pequeña ciudad, esta roca fué testigo de las nuevas huellas dejadas por aquel vampiro turista que se negaba a probar los exóticos brebajes de "doña Tere".
Aquel vampiro solitario voló hasta la punta de la roca dejando en su paso neblina de color amarillo desapareciendo y dejando un aroma exquisito, las dos sombras ya casi extintas por falta de luz se refugiaban a la luz de un poste hasta que la noche desaparezca y vuelvan a vivir en la mañana, pero este nuevo día una de las sombras despertó con una mordida y la otra sombra lucía unas botas.
Dicen que a partir de aquel día en esa roca se escuchan los pasos del vampiro y aquella persona que visite la roca y pruebe las canelitas de "doña Tere" despertará mordido el cuello y que su sombra siempre llevará botas hasta el fin de sus días...
Diego Aguilar.
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