martes, 6 de diciembre de 2016

Funeral Blues, W.H. Auden


Detengan los relojes
desconecten el teléfono
denle un hueso al perro
para que no ladre
Callen los pianos y con ese
tamborileo sordo
saquen el féretro…
Acérquense los dolientes
que los aviones
sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo
el mensaje…
él ha muerto.

Pongan moños negros
en los níveos cuellos de las palomas
que los policías usen guantes
de algodón negro

Él era mi norte mi sur
mi este y oeste
mi semana de trabajo y mi
domingo de descanso
mi mediodía, mi medianoche
mi conversación, mi canción

Creí que el amor perduraría
por siempre.
Estaba equivocado.

No precisamos estrellas ahora…
Apáguenlas todas
Envuelvan la luna
desarmen el sol
Desagüen el océano y
talen el bosque
porque de ahora en adelante
nada servirá.

martes, 6 de mayo de 2014

Dentista II

Caía la noche sobre mi,
sentado frente a un cenicero vacío
escuchando a la vida con sabor a vainilla
hoy del cielo caían lágrimas de chocolate...

Me invito a tu boca pidiendo vainilla,
la corriente me lleva,
me dejo llevar,
enciendo un cigarro,
del cielo caen silencios,
silencios con sabor a chocolate...

jueves, 1 de mayo de 2014

Botas de un vampiro

Cuenta la leyenda que que hace mucho tiempo a inicios del mes de mayo, dos sombras amigas visitaron a la gran roca sobre la montaña de una pequeña ciudad, esta roca fué testigo de las nuevas huellas dejadas por aquel vampiro turista que se negaba a probar los exóticos brebajes de "doña Tere". Aquel vampiro solitario voló hasta la punta de la roca dejando en su paso neblina de color amarillo desapareciendo y dejando un aroma exquisito, las dos sombras ya casi extintas por falta de luz se refugiaban a la luz de un poste hasta que la noche desaparezca y vuelvan a vivir en la mañana, pero este nuevo día una de las sombras despertó con una mordida y la otra sombra lucía unas botas. Dicen que a partir de aquel día en esa roca se escuchan los pasos del vampiro y aquella persona que visite la roca y pruebe las canelitas de "doña Tere" despertará mordido el cuello y que su sombra siempre llevará botas hasta el fin de sus días...

Diego Aguilar.

jueves, 16 de mayo de 2013

El niño crespo del espejo



Voy a compartir brevemente una anécdota sobre mi infancia, anhelando que con esto alguien se identifique, sé que no fuí el único y que por algún lado del mundo estan esos recuerdos bien guardados en mentes frágiles y oxidadas como la mía.



      Hace unos 22 años atrás, cuando terminaba un programa de videos musicales me anunciaba que eran las cuatro, si había suerte y la tarde estaba soleada, me dirigía hacia la terraza de mis abuelos, buscaba el reflejo perfecto del sol y apuntaba insistentemente en una sola dirección, tú, siempre mirabas un extraño reflejo que invadía tu espacio, tu ventana y te inquietaba la curiosidad.
Tardabas unos cinco minutos más o menos en salir a tu patio y nuestro entorno desaparecía...
Sólo nos separaban unos sesenta metros, no sabíamos nuestros nombres, ni edad, ni en que escuela nos encontrábamos, pero este inocente hábito se había convertido en un lazo entre dos niños extraños, uno cabello lacio y el otro crespo, desde juagar a las cogidas hasta guerras, luchas con disparos de luz, no hacían falta las palabras, nuestra imaginación volaba más allá y la nula comunicación que manteníamos era insignificante.
El juego duraba casi media hora hasta que la sombra llegue a la terraza o cuando la dueña del espejo -mi tía- hacía justicia por mano propia para recuperar lo suyo.
Éramos unos niños que encontrábamos distracción con cosas simples, creo que hablo por los dos cuando en tardes nubladas el encierro era obligatorio, la claustrofóbia se volvía nuestra compañera, los deberes se transformaban en una obligaciones.

No recuerdo cuando fué la última vez que jugamos, pero ese pequeño tiempo, nuestro recreo luego de la escuela, siempre lo he recordado gratamente y hoy lo he revivido, agradecido por la vida, a pesar de lo difícil que se me hacía hacer amigos reales finalmente lo hice con ese niño...  ☺



lunes, 29 de abril de 2013

Dolor de Mayo

Parecía superado el vivir pasado mis 24, 
acercandome a los 28 creo que he muerto sin darme cuenta...

 



Me siento tan perdido dentro de mis propios zapatos, 
mis pasos son más temblorosos y tan débiles que temen seguir caminando. 

Esa voz interna con la que mantenía conversaciones amigables,
ahora es extraña, a veces no la reconozco,
ese niño interno que antes sonreía, ahora llora desconsoladamente. 

Vida mía, es tiempo de flotar, 
de ser aire,
 de dejarme llevar por la vida... 

Tengo mucho miedo, lo admito. 

Pero aquí estoy destino, aquí me tienes!

viernes, 30 de noviembre de 2012

Anular arrugadO

Tembloroso, inquieto, tímido, lampiño, desnudo... Colapsando tendones y neuronas, miradas enfermas, cuerpo ya casi sin alma pidiendo disculpas arrepentido... Lágrimas de rendición han evacuado ya, un suspiro y un adiós con mi anular levantado les dejo...